Traducido literalmente Jägermeister significa 'maestro de los cazadores'. Es por esto que en su etiqueta aparece una cruz cristiana sobre un ciervo, referencia a las historias de San Huberto y San Eustaquio, santos patronos de los cazadores.
De hecho, en la botella también aparece un poema de Oskar von Riesenthal sobre la honradez que dice: "Es el honor del cazador proteger y cuidar de su presa, cazar caballerosamente y honrar al Creador en su caza".
Y es que Jägermeister fue creado en su origen como una bebida festiva para cazadores que con los años se ha convertido en un licor icónico con una historia viva, rica y variada, una mezcla perfecta de 56 ingredientes.
En su elaboración se emplean las mejores hierbas, flores, raíces y frutas de todo el mundo, unidos para formar cuatro macerados distintos que después son combinados gracias a la alquimia moderna.
La receta secreta de Jägermeister da como resultado un licor de perfil sensorial único y diferente donde predominan aromas dulces, amargos, cítricos, especiados y herbáceos, que tras su paso por las barricas de roble alemán de la casa Mast Jägermeister crean un sinfonía simplemente perfecta. ¡Por algo es uno de los más famosos licores del mundo!